jueves, 1 de marzo de 2007

Vivir en la sociedad de la información

Muy pocas personas hoy en día se encuentran fuera de la esfera de influencia de la Red de Redes (la “dataesfera”), la cuál día con día aumenta su importancia y su alcance en cientos de miles de nuevos usuarios.

El INTERNET es una herramienta efectiva del proceso de globalización y acerca lo mismo a un estudiante mexicano universitario conectado en su campus, que a un hombre de negocios europeo en su centro de trabajo o a un niño coreano en un cibercafé cerca de su casa. Y su expansión se ve ayudada por programas nacionales e internacionales que buscan promover su adopción en países que todavía no han aprovechado, mercados que aunque en desventajas económicas, sociales y culturales, prometen ayudar a disminuir las brechas de información entre todos los habitantes del mundo.

La red ha creado necesidades, pero también nuevos problemas. Desde un barrio popular mexicano (o brasileño, o centroamericano), un cibernauta puede acceder a información personal confidencial de otro, a miles de kilómetros, y ocuparla para fines ilícitos. O puede enviar a un “conocido” (aunque en estos mundos cibernéticos pocos se conocen físicamente) dicha información, a cambio de software hackeado, archivos de audio y video robados y listos para ser quemados y distribuidos en mercados ilegales o mucha otra información. Como la espada de Damocles, esta tecnología tiene dos caras filosas, y no puede desligarse lo benéfico de lo perjudicial.


El INTERNET es un mundo nuevo, si reglas ni fronteras. Cuánto puede hacer cambiar el comportamiento de la sociedad, se podrá ver en los siguientes años, no muchos, porque la red evoluciona y crece rápido, muy rápido. Hoy en día una cultura subterránea se encuentra peleando por más libertad, mayores espacios y acceso a mejores tecnologías en el ciberespacio. Los ciberpunks, hackers, crackers y otros “adictos a la información” son los primeros frutos del impacto del INTERNET en la sociedad actual. El futuro no es claro. Tal vez el eslogan de los grupos ciberpunk es la única respuesta clara: “No hay futuro”.

Enlaces de interés:
http://www.mityc.es/dgdsi/
http://www.sociedadinformacion.unam.mx/